Siempre he sentido que Nueva York es la capital del mundo, pero no tiene nada que ver con ningún argumento político o geográfico, sino con la cantidad de nacionalidades diferentes que uno encuentra entre sus habitantes, y la variadísima oferta gastronómica que viene a esta ciudad desde todos los rincones de los cinco continentes.
Una muestra de esta variedad, que se ha puesto de moda últimamente con mucha fuerza, es el sector llamado “Cinton-Hell’s Kitchen”, ubicado entre la octava avenida y el río Hudson de este a oeste, y entre las calles 34 y 56 de norte a sur de esta gran ciudad conocida como la “Gran Manzana”. La característica principal de este barrio, es de estar repleto de restaurantes que ofrecen cocinas de todas partes del mundo. Aquí es normal conseguir un restaurante de comida chilena al lado de uno ruso, seguido de un restaurante tailandés y uno español, con menú de paellas y tapas muy castizas. Lo mejor del barrio es que aquí los precios son realmente honestos, lo cual representa una alternativa culinaria interesante y económica en Nueva York.
El nombre de Hell’s Kitchen o cocina del infierno, es una copia del que tenía un barrio malo londinense, que en el año 1881 acuñó para este lugar de Nueva York un reportero del diario New York Times, al describir un suceso violento. Con el tiempo el barrio fue mejorando, para ser hoy en día un sitio de moda donde construyen condominios de lujo con vista al río. Entre estas calles transcurrieron los años juveniles de los actores Robert De Niro y Sylvester Stallone, así como los de la fabulosa cantante Alicia Keys. Muchas películas se han filmado en Hell’s Kitchen, pero la más descriptiva es la que lleva su nombre y fue estrenada en 1998, con Angelina Jolie como protagonista.
Mi interesante incursión a este barrio hace sólo unos días, comenzó por la calle 46, llamada “Restaurant Row” o la calle de los restaurantes. Entre la octava y novena avenida conté más de treinta pequeños restaurantes pegaditos unos a los otros, que ofrecían todo tipo de comida mundial. En las aceras se leen los pizarrones con menús brasileños, cocina de Nueva Orleans, italiana, sevillana, japonesa, además de anuncios de música en vivo en las noches, pistas de baile y todo tipo de atracciones que hacen de la visita a Hell’s Kitchen una experiencia feliz.
Es fácil conseguir propuestas de menús con primer plato, plato principal y postre por US$ 25 por persona. Pero la oferta es tan variada y extensa, que se hace difícil escoger un tipo de comida. Hice un tour gastronómico de tres días conociendo restaurantes, que me permitió probar los deliciosos platos de la cocina tailandesa, una paella digna de los mejores restaurantes de Sevilla, una sopa rusa de remolacha con carne y crema agria llamada “borscht” que estaba deliciosa, las jugosas carnes brasileñas en un restaurante tipo “rodizio”, calamares picantes con salsa “cajun” de Louisiana y una ensalada griega de aceitunas y queso feta inolvidable.
Con unos kilos de más, pero feliz por haber incursionado en este barrio gastronómico internacional de Nueva York, terminé mi viaje lleno de recuerdos y ganas de volver, para probar los restaurantes que me faltaron por conocer.
COMO LLEGAR:
American Airlines, www.aa.com, y Delta Airlines, www.delta.com, ofrecen vuelos a Nueva York vía Miami o Puerto Rico la primera, y vía Atlanta la segunda. Escucho siempre mejores comentarios del servicio que ofrece Delta. Consulta a tu agencia de viajes sobre ofertas, que siempre son bienvenidas.
DÓNDE ALOJARSE:
Esta vez les recomiendo el Sheraton New York Hotel & Towers, www.starwoodhotels.com. Ubicado en la séptima avenida con la calle 51, a solo unas cuadras de Hell’s Kitchen. No es barato, pero ofrece excelente servicio.
DONDE COMER:
Dependiendo de tus gustos, en cualquiera de estos restaurantes comerás delicioso.
Los Viajes de Montenegro radio se transmite de lunes a viernes a las 11:00am por la 100.7fm., la Radio del Ateneo de Caracas.
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