Para nosotros los venezolanos esta magnífica ciudad representa un sueño lejano, pero que bien vale la pena el viaje. Muchos hombres de negocios criollos utilizan a Hong Kong como puerta de entrada a China, y compran insumos para importarlos a precios imbatibles.
Nuestro viaje comenzó temprano y cansados por el largo trayecto aéreo desde Venezuela, pero una vez que dormimos la inevitable siesta no podíamos creer que estábamos en esta milenaria ciudad. Lo que comenzó siendo una villa de pescadores anexada a China, luego tomada por los ingleses en la guerra del opio e invadida por los japoneses durante la segunda guerra mundial, es hoy en día una metrópolis vibrante con lo mejor de los mundos. Tomamos un taxi del hotel y fuimos enseguida a conocer el mirador más famoso de Hong Kong, llamado Victoria Peak y al cual se accede por medio de un tranvía que sube un cerro empinadísimo. Al llegar arriba nos regalamos con una vista fabulosa sobre los rascacielos de la ciudad y la bahía Victoria.
Una vez que tomamos todas las fotos de rigor nos fuimos al otro lado de la bahía, ya en tierra firme. El sitio se llama Koolow y llegamos en un ferry tradicional lleno de lugareños, lo cual constituyó una experiencia alegre e interesante. Allí caminamos por la llamada “milla de oro” de Asia, que es la calle Nathan Road. Le dicen así porque hay muchísimas joyerías todas muy buenas, que venden oro de calidad sin impuestos. La joyería que más me gustó se llamaba Chow Tai Fook.
Nos sorprendimos por ver tantas tiendas enormes de marcas occidentales lujosas, como Louis Vuitton, Hérmes, Chanel y muchas más. Almorzamos en un restaurante llamado Aqua, con una vista sensacional sobre la bahía en un enorme edificio ubicado en el número uno de la calle Pekin Road.
Continuamos nuestro recorrido visitando un museo que les recomiendo mil veces: El Hong Kong Museum of History, con más de 17.000 metros cuadrados de exhibiciones que reflejan la historia, arqueología, cultura y arte de esta interesante ciudad. www.icsd.gov.hk.
Finalizamos nuestra jornada con un espectáculo impresionante de luz y colores, que sucede todas las noches en Hong Kong. Desde el puerto vimos como las luces de la los edificios se apagaban y comenzaba una especie de guerra de rayos láser de muchos colores, que viajaban entre los edificios más importantes. Valió mil veces la pena esta experiencia y todo nuestro viaje a Hong Kong, por eso les recomiendo visitar esta lejana pero bella ciudad, apenas esta vida tan bella le dé una oportunidad.
COMO LLEGAR:
No hay vuelos directos desde Venezuela a Hong Kong, pero la forma más cómoda de llegar es vía Europa. Tanto Air France, www.airfrance.com, como Lufthansa, www.lufthansa.com, ofrecen muy buenas conexiones. Son diez horas de vuelo a Europa, dos horas en el aeropuerto para el trasbordo, y otras diez horas de vuelo de Europa a Hong Kong.
DONDE ALOJARTE:
El hotel Grand Hyatt d Hong Kong es sensacional, y muy bien ubicado con vista a la bahía. Además tiene un área preciosa de piscina que comparte con el hotel Renaissance, y el mejor Spa de la ciudad. 1 Harbour Road. www.hongkong.grand.hyatt.com.
DONDE COMER:
En Hutong Restaurant. Cocina china contemporánea, en un ambiente misterioso y cautivador. Parece que estuvieras en un viejo palacio imperial chino. One Pekin Road, piso 28, Tsin Sha Tsui, Kowloon. www.aqua.com.hk.
NO OLVIDES:
Sacar tu visa en la Embajada China de Caracas, ve.chineseembassy.org/
Tomar el té en el hotel Península Hong Kong en Kowloon. Todo el glamour de la ciudad en un solo lugar. Salisbury Road, Kowloon. www.penninsula.com.
Tomar un tranvía histórico de dos pisos, para recorrer North Point. Es una experiencia única en Hong Kong. También debes navegar desde la isla de Hong Kong a Kowloon en ferry. La vista es espectacular. www.starferry.com.hk.
Visitar el mercado Stanley Market, que antes era un viejo pueblo de pescadores y hoy puedes comprar recuerdos chinos, manteles y pañuelos bordados, relojes baratos y muchas cosas más. www.hk-stanley-market.com.
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