miércoles, 22 de agosto de 2012

Roma, la ciudad eterna

Roma es una de esas ciudades que dibujan en los rostros de los visitantes una impresión de alegría, que se queda marcada en la memoria por mucho tiempo. Es que Roma es encantadora; su gente tan especial, las calles abarrotadas de gritos y colores, los edificios vestidos con un abandono gracioso, sus fuentes hipnóticas y los monumentos milenarios que nos cuentas historias a través de las piedras, hacen de la capital de Italia una ciudad única y admirable.
La historia indica que Roma fue fundada por Tarquino a finales del siglo VII antes de Cristo, aunque la tradición nos habla de Rómulo y Remo, hermanos gemelos quienes fueron colocados por su madre en una cesta en el río Tiber, para que no murieran asesinados por su tío. Cuando la cesta hizo orilla, en el lugar exacto donde luego fundaron Roma, los crió una loba de nombre Luperca y luego los recogieron unos pastores. Rómulo mató a su hermano e instauró la monarquía entre sus habitantes, luego vino la república, pero después Roma fue sede del Imperio Romano y capital del mundo civilizado de la época. Por eso la ciudad guarda tantos tesoros históricos en sus entrañas, que no han sido descubiertos en su totalidad.
Lo primero que debes hacer en Roma, después de dejar tus maletas en el hotel, es caminar por el centro de la ciudad, visitar la “Fontana di Trevi”, comerte un helado delicioso en la “Piazza Navona”, tomarte una foto en el monumento a Vittorio Emanuele II, caminar por el Coliseo y las ruinas del Foro Romano, pasear por la “Vía Condotti” donde encontrarás las tiendas más exclusivas de la ciudad y subir las escalinatas de la iglesia de la “Trinitá dil Monti”, a partir de la “Piazza di Spagna”.
Después de este primer recorrido por Roma nosotros fuimos a la Plaza San Pedro, porque necesitábamos tiempo para visitar la catedral más impresionante de la tierra. Después de una cola muy larga pero que se movía suficientemente rápido, entramos en la Basílica para admirar la estatua de “La Piedad”, de Miguel Ángel. Caminamos hacia el altar mayor que es espectacular y visitamos la cripta donde están los restos de San Pedro y todos los Papas del mundo moderno como Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II. Al salir caminamos a un costado del la plaza, para llegar a los “Museos Vaticanos”. Allí admiramos las paredes y el techo de la Capilla Sixtina, donde Miguel Ángel pintó sus obras maestras “El Génesis” y el “Juicio Final”. En esta capilla se reúnen los cardenales para elegir a un nuevo Papa, cada vez que el anterior muere. Roma es una ciudad exquisita y muy alegre, con tanta historia como nuestra civilización. Por eso debes visitarla apenas puedas. COMO LLEGAR: Alitalia es la única que vuela directo Caracas-Roma. Teléfono: (0212) 312.50.00, www.alitalia.com.ve. DONDE ALOJARSE: El Hotel Condotti es un hotel ideal para caminar por toda Roma. Las habitaciones son pequeñas y no es barato, pero la ubicación vale mil veces lo que cuesta. Via Mario de Fiore, No 37, 00187 Roma. Teléfono: (06)679.47.69,www.condottigrouphotels.com. DONDE COMER: Un restaurante típico para italianos que me encantó, se llama “Cecio” y queda en la “Piazza del Popolo”. Ristorante Cecio Via di Ripetta 250, Roma. Teléfono: (39)(06) 361.23.76, www.cecioportodiripetta.com. Otro descubrimiento fabuloso de este viaje fue el restaurante Crispi 19, cerca de la “Piazza Barberini”. Aquí es raro encontrar a un turista, porque los lugareños siempre llenan el sitio. Ristorante Crispi 19 Via Francesco Crispi 19, Roma. Teléfono: (39)(06) 678.59.04 DONDE COMPRAR: La Rinascente, www.rinascente.it, es la tienda por departamentos más célebre de Italia, desde hace muchos años. En Roma hay dos sucursales, una en la Piazza Colonna y la otra en la Piazza Fiume. Abren hasta los domingos. NO OLVIDES: Comprar tus tickets “on line” para entrar en los Museos vaticanos y la Capilla Sixtina sin hacer cola, en la página http://mv.vatican.va. Cierra los domingos, excepto el último de cada mes. Visita la iglesia de San Giovanni in Laterano, que fue la residencia de los Papas durante mil años, antes que construyeran la basílica de San Pedro.

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