jueves, 26 de febrero de 2015

El Autana: Tepuy mágico de nuestras selvas

El Autana es el árbol de la vida; aquí comenzó todo. Queda parte del tronco solamente, porque el árbol cayó hace mucho tiempo en una de esas guerras entre el bien y el mal, protagonizada por sus dioses enfurecidos. Las ramas del árbol caído dieron origen a las serranías del estado Amazonas, y su tronco se yergue como un altar elocuente, de ese origen de la vida. El viaje al Autana comienza en Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas, donde se toma un carro un carro para hacer un recorrido corto, pero interesante, hacia el puerto de Samariapo y embarcarse en un bongo entre los ríos más espléndidos y solitarios de nuestra geografía.
Después de cinco horas de navegación por el Orinoco y el Sipapo, se llega al campamento Mavaco, que está muy cerca de una comunidad indígena. Churuatas cómodas para guindar hamacas, vista sensacional sobre el río, caney con cocina y comedor, además de unos baños muy básicos al lado. Al día siguiente después del desayuno, se remonta el río Autana durante unas cuatro horas y se llega al éxtasis al desembarcar en el raudal de “Ceguera”, para acampar.
El nombre de “Ceguera” se originó por la espectacular vista que se obtiene desde aquí, de un valle formado por el cerro Autana, el cerro “Cara de Indio” y el cerro Waharí a un lado. Realmente este es una de los lugares más bellos de Venezuela.
Después de pasar una noche en compañía de las estrellas, al día siguiente se sube al cerro Waharí, para obtener la mejor vista posible del Autana. Una hora cuarenta minutos de caminata entre la selva, con pendientes fuertes llegando al final. Al llegar al tope la vista era realmente sensacional; uno casi se ahoga de la felicidad en el mismo aire purismo que envuelve al Autana. Imposible no ser feliz en esa cumbre, besando el alma de este árbol de la vida y observando cómo la energía del infinito penetra en lo más profundo de nuestro ser. Anímate y ven a este viaje, para que compruebes que la magia del Autana te hará más feliz de lo que puedes imaginar.
COMO LLEGAR: Hasta Puerto Ayacucho está volando Conviasa 0500-CONVIASA, en unos aviones pequeños, pero cómodos. Desde Puerto Ayacucho, el guía te llevará a Samariapo por tierra y luego en bongo durante dos días hasta el raudal de Ceguera.
DONDE ALOJARSE: Hay campamentos básicos muy bien ordenados con unas churuatas grandes, donde se guindan hamacas con sus mosquiteros. Su punto débil son los baños, sobre todo para las mujeres que necesitan más privacidad y confort.
DONDE COMER: Los paquetes incluyen todas las comidas, porque en la selva no hay otras opciones. La comida es casera y muy abundante, hay mucho pescado fresco de río en la dieta de estos parajes. Son deliciosos.
DONDE RESERVAR: Henry Jaimes (0416) 448.63.94 es un buen amigo que vive en Puerto Ayacucho desde hace años, y es uno de los veteranos operadores de estas selvas. Su compañía “Ecodestinos de Venezuela” (0248) 521.39.64, www.amazonasvenezuela.com, ofrece unos tours muy buenos.
NO OLVIDE: Llevar ropa fresca y manga larga, por los puri-puris que le picarán sin compasión. Mucho repelente y protector solar. Además, lleva una linterna y un sombrero bueno. Botas para caminar y sandalias sólo para bañarse en el río, porque de resto no te servirán en la selva.
Los Viajes de Montenegro se transmiten de lunes a viernes a las 9:00am, 12:00m y 6:40pm por la nueva Mágica 99.1fm.

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