Porque nos gusta viajar, compartimos nuestras experiencias de viajes por Venezuela y el mundo con ustedes.
lunes, 22 de octubre de 2012
Hato Cedral: Naturaleza serena en el estado Apure.
Todos nosotros sabemos que Venezuela es el país más bello del mundo, pro a veces no explicamos bien el motivo. Hoy les voy a dar otra razón por la cual nuestro país es el paraíso terrenal: Hato Cedral. La naturaleza más delicada y pura del mundo, flora y fauna nutridas por la gracia de Dios y el aire más puro lo puedes apreciar en un ambiente de perfecta simplicidad en Hato Cedral, que desde hace muchos años alberga en sus 53.000 hectáreas más de 340 especies de aves, 50 especies de mamíferos y 40 especies de reptiles que viven libres y felices, en este rincón asombroso del estado Apure.
En Hato Cedral se han contado más de 20.000 chiguires, la población más extensa de esos animalitos en ninguna hacienda o parque del mundo. Viven en una harmonía imperturbable con osos palmeros, miles de venados, monos, cientos de miles de patos, babas, caimanes, y hasta con anacondas, que son las serpientes más grandes del mundo.
Mi último viaje al Hato Cedral comenzó muy temprano, como siempre. Salimos de Caracas a las 6:00am vía Barinas. Apenas llegamos nos fuimos a recorrer el hato en un camión con José, quien es tremendo guía. José veía lo que nosotros no distinguíamos; se paraba porque una anaconda estaba descansando en un charco al borde del camino, desviaba el curso porque un oso palmero estaba a punto de cruzar un estero. Se detenía a pescar con destreza unas pirañas invisibles, que sólo notábamos cuando las sacaba del río. Alimentaba indiferente desde el bote a unas babas feroces, y llamaba golpeando el suelo con una vara, a la caimán gigante “Carmen”, para que saludara y asustara a los turistas con sus fauces.
José también tomó por la cola a un oso palmero, que cruzaba la carretera. El animal trató de agarrarlo con sus peligrosas pezuñas, pero este llanero astuto nunca se dejó. Nos llevó hasta el nido de un mapache, en el tronco de un árbol. Nos enseñó a alimentar gavilanes con pirañas en el caño de un río, a observar como arreaban cientos de becerros, y hasta apreciar los miles de patos que se arremolinaban al atardecer en las lagunas del hato.
Al final del día, regresamos a la posada del hato para darnos un baño que tanto necesitábamos. Luego fuimos al comedor de la posada a contarnos las aventuras del día, en medio de una cena memorable.
El Hato Cedral sigue recibiendo a los turistas con el mismo cariño de siempre, así que anímate a conocerlo que estoy seguro vas a recordar este viaje toda tu vida.
COMO LLEGAR:
Tienes dos vías para llegar al Hato Cedral, la más fácil es por Barinas. Son nueve horas de carretera y después de llegar a la ciudad de Barinas, tomas la vía hacia Bruzual, en Apure. Luego de cruzar el puente sobre el río Apure, sigues hacia una intersección o “Y”, tomas a la derecha y el hato está a cinco minutos.
DONDE ALOJARSE:
En Hato Cedral hay una posada comodísima que tiene 25 habitaciones con aire acondicionado, piscina, comedor y espacios para descansar. Ese es el mejor alojamiento, después de un día de aventura.
DONDE RESERVAR:
En las oficinas del Hato, que están en la avenida Andrés Bello de Caracas, Centro Andrés Bello, Torre Oeste, PH-01. Teléfonos: (0212) 782.66.67, www.hatoelcedral.com.ve.
DONDE COMER:
En el Hato hay un comedor bien chévere, donde sirven la mejor comida llanera. Muy casero todo, pero divino; jugos y guarapos, casabe crujiente, plátanos maduritos, arroz, ensaladas y carne mechada, al mejor estilo de nuestra cocina criolla.
NO OLVIDES:
Lleva ropa fresca y cubierta, porque el sol pega duro en Apure. Úntate protector solar cada dos horas, ponte un sombrero y lentes oscuros. Lleva un impermeable. Cámara de fotos indispensable.
martes, 9 de octubre de 2012
Calabozo, historias del llano......
La Villa de Todos los Santos de Calabozo fue fundada el primero de febrero de 1.724 por Fray Salvador de Cádiz, en el lugar donde había una misión de indios establecida unos años antes. Calabozo ha sido varias veces capital del estado Guárico, escenario de importantes batallas por la independencia de Venezuela y posee un casco histórico colonial único en el país. En esta ciudad llanera estuvo el científico alemán Alejandro de Humboldt durante el año 1800, vivió unos años José Tomás Boves, quien tenía una pulpería aquí antes de irse a la guerra y la villa recibió al padre Madariaga, en su paso a Bogotá en agosto de 1.811. Hoy en día Calabozo es una pujante ciudad, la más grande del estado Guárico, centro de producción agrícola y pecuaria, del sistema de riego más importante del llano venezolano y con una arquitectura colonial que recuerda tiempos heroicos. Aquí nacieron entre otros personajes ilustres Juan Germán Roscio, canciller y redactor del Acta de la Independencia, el poeta Francisco Lazo Martí, el músico Antonio Estévez, y el compositor de joropo Cruz Tenepe. Cuenta Rómulo Gallegos en su novela Cantaclaro, que Juan Parao, uno de los personajes claves en la obra, tomó su nombre porque un día se encontró sólo parado en una plaza de Calabozo.
En nuestro último viaje nos dedicamos a conocer el casco colonial de Calabozo, Monumento Nacional desde 1.979. Comenzamos por la Catedral Metropolitana, una bellísima iglesia barroca construida entre 1.754 y 1.790. Enfrente está la Plaza Bolívar, rodeada por unas rejas preciosas y llena de árboles frondosos. Luego caminamos unas cuadras hasta llegar a la Iglesia de Las Mercedes, extraordinaria muestra de arquitectura colonial venezolana. Enfrente hay otra plaza preciosa, con una estatua de Páez en el centro. Al cruzar la calle está el Museo de la Ciudad, que me pareció sensacional. Es una vieja casona colonial que perteneció a una familia prominente de la zona, y donde se pueden observar unos túneles que comunicaban las iglesias de Calabozo. Al salir caminamos hacia la calle 4 con la carrera 14, donde encontramos la Casa de los Obispos, otra vieja casona colonial que albergaba la pulpería de Boves.
Ya en la tarde, cansados pero contentos por haber recorrido esta bella ciudad colonial, nos fuimos a pasear por el embalse del Guárico, que representa un verdadero remanso de paz y frescura en estas ardientes tierras llaneras.
Vale la pena que visites Calabozo apenas esta vida tan bella te de una oportunidad, estoy seguro que aprenderás cosas de nuestra historia y que vas a querer mucho más a Venezuela, después de conocer esta hermosa e interesante ciudad llanera.
COMO LLEGAR:
Hay aproximadamente 300 kilómetros entre Caracas y Calabozo, que se hacen por una carretera mal mantenida, en unas cuatro horas. El paisaje es sensacional, sobre todo cuando entras en el llano y llegas al embalse del Guárico.
DÓNDE ALOJARSE:
El mejor hotel de Calabozo es el Best Western Plaza Real. Nuevo y limpio, ideal para una estadía confortable.
Carretera Calabozo – San Fernando. Teléfono: (0246)871.30.11, www.bestwestern.com.
Si lo tuyo son las posadas, una de las mejores del estado es el Hato La Fe, en la carretera hacia San Fernando de Apure, a unos 20 minutos de Calabozo.
Carretera Calabozo – San Fernando de Apure, en la alcabala de Corozopando. Teléfono: (0247) 514.62.63
DONDE COMER:
Me encantó el restaurante del Club Social Italiano, se llama Ristorante Pizzería Nonna Italia y te lo recomiendo. Aquí sirven las pastas más buscadas por la comunidad italiana de Calabozo.
Carretera Nacional Calabozo – San Fernando de Apure. Teléfonos: (0246) 414.75.37
NO OLVIDES:
Llevar ropa fresca y encubridora, mira que hace mucho sol en el llano. Protector solar, sombrero y lentes oscuros, son artículos indispensables en estas tierras. Hidrátate cada 10 minutos, para que no te fatigues más de la cuenta.
Mijas, serenidad en la Costa del Sol.
Hay un pueblo precioso y sereno en la Costa del Sol española que se llama Mijas. Es un lugar romántico y hermoso, ideal para una luna de miel. La zona se divide en Mijas pueblo, La Laguna y la Cala de Mijas o Mijas playa, todo muy cerca de Torremolinos.
El pueblito se encuentra a unos 425 metros de altura sobre el nivel del mar, con una vista espectacular sobre el mar Mediterráneo. Las laderas están repletas con decenas de casitas blanquísimas, de esas que tienen techos de tejas y unas ventanas pequeñitas con cortinas y flores románticas, comunicadas por escaleras que llevan a callecitas estrechas, llenas de espíritus bellos. Realmente Mijas es un pueblo interesante y antiguo sin pretensiones; el historiador Tolomeo lo menciona en sus escritos del siglo II después de Cristo, porque fue una fortaleza de vigilancia entre Cádiz y Málaga.
Nuestro último viaje comenzó en el aeropuerto de Málaga, donde alquilamos un carro y nos dirigimos hacia la autopista de Marbella. Fácil y rápido salimos y en cuestión de 45 minutos ya estábamos en Mijas. Llegamos a la plaza central, llena de restaurantes y tienditas que le dan un tinte de teatralidad. Después de caminar un rato por los rincones del pueblo, comprar algunos recuerdos y tomarnos una copa de vino suavizada por las uvas tempranillo, nos fuimos a nuestro hotel para luchar contra los enemigos del reposo humano y el cambio de hora. Las pocas páginas de “Un amor de Swan” que leímos, para compenetrarnos con ese amor-ilusión que tan bien describe Marcel Proust, nos sirvieron para compensar esas horas de insomnio que adquirimos ferozmente en el avión.
Después de una larga siesta española y de una buena ducha, para despejar los demonios del sueño, salimos a caminar por los bosques de Mijas, que son buenísimos para el senderismo; la vista, el clima, el aire puro bajando de las montañas y la vegetación abundante sirvieron para desahogar la ternura y alegrar los sentidos.
Unas carnes a la brasa nos esperaban en el horno de leña del restaurante Barbacoa La Reja, que ofrece una vista sensacional sobre la costa. El día terminaba y el frío comenzó a bajar de las colinas, de la mano de una tierna neblina que deseaba acobijar nuestros pensamientos más románticos. La velada terminó con esa dulce complicidad que tanto apreciamos los enamorados, envuelta en la más exquisita cortesía que dos almas se pueden procurar.
Vente a Mijas con tu pareja, estoy seguro que regresaras amándola aún más, y que tu espíritu te agradecerá este viaje siempre.
COMO LLEGAR:
Iberia www.iberia.com vuela diario a Madrid, con varias conexiones a Málaga. Air Europa es otra buena opción, www.air-europa.com
Mijas se encuentra a solo 30 kilómetros del aeropuerto de Málaga, vía Marbella, y la autopista para llegarle es muy buena. Alquila un carro en el aeropuerto para que tengas tu independencia, y ve a Mijas manejando.
DONDE ALOJARSE:
Me encantó y por eso se lo recomiendo la Casa Rural El Escudo de Mijas, que está en la calle Trocha de los pescadores #7. Teléfono: 952.59.12.50, www.el-escudo.com Hay otro hotel céntrico y muy pintoresco que tiene 98 habitaciones, y es muy bueno. Se llama hotel Mijas y queda en la urbanización Tamisa #2, teléfono: 952.48.58.00
DONDE COMER:
Si te gusta la comida Vasco-Navarra, pruebe el restaurante Casa Navarra, en el kilómetro 4 de la carretera de Mijas, y su teléfono es: 952.58.04.39. Cierra los martes.
En el Bar González sirven los mejores desayunos de Mijas, y tapas variadas todo el día. Queda en la avenida Virgen de la Peña y su teléfono es: 952.48.60.33. Cierra los domingos.
En el restaurante Barbacoa La Reja probé la mejor carne a la brasa en años. Ese está en la calle Los Caños #9, y su teléfono es: 952.48.58.03
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