Galipán: Romanticismo de montaña y buena gastronomía

A sólo 25 minutos de Caracas, este pueblito es el escape perfecto para evadir el bullicio y el estrés que siempre hay en las grandes ciudades. Cuando quieras huir de la civilización, vente a este rincón bello y escarpado del cerro El Ávila, fundado por un puñado de inmigrantes canarios, decididos a cultivar estas colinas entre los años 1.778 y 1.780.

Galipán tiene aproximadamente unos 2.500 habitantes y se divide en varias regiones: San Isidro, que es la más alta a unos 1.800 metros sobre el nivel del mar. Luego viene San Francisco, que también es elevado. Descendiendo hacia la costa sigue Manzanares, un poco más abajo queda San Antonio, y por último San José, que es la localidad más baja de Galipán. Todas estas zonas poseen una vista serena y lejana hacia el mar, cuando la neblina lo permite. Nuestro viaje comenzó en Cotiza, al registrarnos en el puesto de guardaparques que da acceso a la carretera hacia el Parque Nacional. Allí subimos por una pendiente empinadísima, pasando por “Los Venados” y siguiendo hasta el tope del cerro que se llama “Boca de Tigre”. Ese trayecto dura unos 20 minutos, a velocidad lenta pero constante. Al llegar a Boca de Tigre, uno puede tomar a la derecha hacia el hotel Humboldt y San Isidro de Galipán, o hacia la izquierda bajando vía Manzanares, San Antonio y San José de Galipán.

Nosotros tomamos hacia el hotel y luego bajamos a San Isidro. Allí fuimos al famoso merendero Galipán, donde venden los mejores sándwiches de pernil que te puedes imaginar. Este lugar se llama “La Chivera”, por un potrero de chivos que allí existía. Resulta que este negocio comenzó con un horno de pan, donde preparaban la comida que vendían a los obreros de la construcción del hotel Humboldt. Un paseo que vale la pena caminar hacia “El Picacho”, desde donde obtendrás una vista espectacular sobre el litoral de Vargas. Son 45 minutos de caminata intermedia. También es interesantísimo visitar las ruinas del Dr. Knoch, un médico alemán que descubrió el secreto de la momificación y lo aplicaba en su hacienda “Buena Vista”, aquí en Galipán. A este paseo hay que ir con un guía, porque la vía es confusa. Al mausoleo de las momias se llega caminando una hora y media, por un camino fuerte. Galipán es un lugar encantador, lleno de historias fascinantes y paisajes preciosos. Aprovecha cualquier momento libre y visita Galipán con tu pareja, para que sientas cómo el romanticismo entra en tu alma con la neblina de las montañas.

COMO LLEGAR: En lo más alto de Cotiza verás una subida fuerte hacia el cerro, donde se paran los “Jeeps” por puesto. Imposible no verlos. También se pueden tomar en el estacionamiento del Hotel Ávila. Vehículos particulares sólo 4x4 y de día. DONDE ALOJARSE:

A mí me encanta la Posada de Teresa, que con sus paredes de piedra y su cocina casera me han hecho pasar momentos deliciosos en Galipán. Sector San Isidro. Teléfono: (0212) 324.22.20. Soho Galipan es además de un agradable restaurante, una posada deliciosa con una vista encantadora. Sector Manzanares. Teléfono: (0212) 377.38.51, www.sohogalipan.com.

Hacienda Vieja es una tremenda opción de alojamiento muy cómoda y atractiva. Sector San Antonio. Teléfono: (0212) 833.56.12, www.lahaciendavieja.com. La Plazita es una de las casas más bellas y románticas de Galipán. Paredes de piedra, techo de tejas y detalles exquisitos que sólo se explican por el buen gusto de su propietaria, la genial artista Manana González Salas. Sector San Isidro. Teléfono: (0412) 323.59.01, www.laplazitadegalipan.com.

DONDE COMER: El pionero de la gastronomía seria en Galipán fue Juan Manuel Bereciartu, un vasco simpatiquísimo que fundó “Casa Pakea” hace ya muchos años. Sector Manzanares, Galipán, estado Vargas. Teléfono: (0414) 714.48. Recoveco es un tesoro de la buena restauración, escondido en Galipán. Ambiente exquisito, comida sublime, servicio impecable; imposible no ser feliz aquí. Sector Manzananres. Teléfono: (0424) 144.65.72, www.recoveco.com.ve.

NO OLVIDES: Lleva ropa abrigada y unas botas cómodas para pasear por el Ávila. Visita el Museo de Arte Ecológico “Jardín de las Piedras Marinas Soñadoras”, que construyó con sus propias manos mi buen amigo “Zoez”. Este museo queda llegando a la alcabala de Macuto, tiene una posada y restaurante donde la pasarás divino.

Mijas: Romanticismo en la Costa del Sol española.

La Costa del Sol española es toda preciosa, y comenzando en Málaga tiene una cantidad de lugares que puedes visitar y seguramente te fascinarán: Torremolinos, icono del destape de los años 70, Marbella, exótico lugar con imponentes mansiones de los jeques árabes, muy de moda en los años 80, Puerto Banús, espectacular rada plagada de Ferraris y mujeres hermosísimas, lugar “trendy” donde hacían las fiestas más locas de la primera década de este siglo. Sin embargo, muy cerca de allí, pero alejado de toda esta locura glamorosa y desenfrenada, hay un pueblito precioso, romántico y sereno que se llama Mijas. Es un lugar silencioso y con una vista hermosa desde lo alto de unas colinas, ideal para una luna de miel. La zona se divide en Mijas pueblo, La Laguna y la Cala de Mijas o Mijas playa, todo muy cerca de Torremolinos.

El pueblito se encuentra a unos 425 metros de altura sobre el nivel del mar, con una vista espectacular sobre el mar Mediterráneo. Las laderas están repletas con casitas blanquísimas, de esas que tienen techos de tejas y unas ventanas pequeñitas con cortinas y flores espectaculares, comunicadas por escaleras que llevan a callecitas estrechas, llenas de espíritus bellos y sonrisas tímidas. Realmente Mijas es un pueblo interesante y antiguo sin pretensiones; el historiador Tolomeo lo menciona en sus escritos del siglo II después de Cristo, porque fue una fortaleza de vigilancia entre Cádiz y Málaga.

Nuestro último viaje comenzó en el aeropuerto de Málaga, donde alquilamos un carro y nos dirigimos hacia la autopista de Marbella. Fácil y rápido salimos y en cuestión de 45 minutos ya estábamos en Mijas. Llegamos a la plaza central, llena de restaurantes y tienditas que le dan un tinte de teatralidad. Después de caminar un rato por los rincones del pueblo, comprar algunos recuerdos y tomarnos una copa de vino suavizada por el bouquet de las uvas tempranillo, nos fuimos a nuestro hotel para reposarnos y acostumbrarnos al cambio de hora. Después de una larga siesta española y de una buena ducha, para despejar los demonios del sueño, salimos a caminar por los bosques de Mijas, que son buenísimos para el senderismo; la vista, el clima, el aire puro bajando de las montañas y la vegetación abundante sirvieron para desahogar la ternura y alegrar los sentidos. Unas carnes a la brasa nos esperaban en el horno de leña del restaurante Barbacoa La Reja, que ofrece una vista sensacional sobre la costa. El día terminaba y el frío comenzó a bajar de las colinas, de la mano de una tierna neblina que deseaba acobijar nuestros pensamientos más románticos. La velada terminó con esa dulce complicidad que tanto apreciamos los enamorados, envuelta en la más exquisita cortesía que dos almas se pueden procurar.

Vente a Mijas con tu pareja, estoy seguro que regresaras amándola aún más, y que te agradecerá este viaje por siempre. COMO LLEGAR: Iberia www.iberia.com vuela diario a Madrid, con varias conexiones a Málaga. Air Europa es otra buena opción, www.air-europa.com Mijas se encuentra a solo 30 kilómetros del aeropuerto de Málaga, vía Marbella, y la autopista para llegarle es muy buena. Alquila un carro en el aeropuerto para que tengas tu independencia, y ve a Mijas manejando.

DONDE ALOJARSE: Me encantó y por eso se lo recomiendo la Casa Rural El Escudo de Mijas, que está en la Plaza de la Constitución en pleno pueblo. Teléfono: 952.59.12.50, www.el-escudo.com Hay otro hotel céntrico y muy pintoresco que tiene 98 habitaciones, y es muy bueno. Se llama hotel TRH Mijas y queda en la urbanización Tamisa #2, teléfono: 952.48.58.00, www.trhhoteles.com. Las habitaciones de ambos tiene unos precios tan honestos como 45 euros la noche. DONDE COMER: Si te gusta la comida Vasco-Navarra, pruebe el restaurante Casa Navarra, en el kilómetro 4 de la carretera de Mijas, y su teléfono es: 952.58.04.39. Cierra los martes. En el Bar González sirven los mejores desayunos de Mijas, y tapas variadas todo el día. Queda en la avenida Virgen de la Peña y su teléfono es: 952.48.60.33. Cierra los domingos. En el restaurante Barbacoa La Reja probé la mejor carne a la brasa en años. Ese está en la calle Los Caños #9, y su teléfono es: 952.48.58.03 NO OLVIDES: Llevarte un buen libro a Mijas, como “En búsqueda del tiempo perdido” de Marcel Proust, para que te ilusiones con el amor en estas laderas tan románticas. Hacer un paseo a pie por las montañas de los alrededores. Ir a la playa por lo menos una vez; estas en la Costa del Sol!

Alto Orinoco: Magia Yanomami

He tenido la inmensa suerte de viajar al Alto Orinoco, acompañando a una expedición que nos llevó a territorios yanomamis vedados a los turistas, debido al impacto que pueden ocasionar en esa bella y frágil civilización.

Nuestra aventura comenzó en Puerto Ayacucho, en donde nos quedamos maravillados con el paisaje y con la bella posada Orinoquia, que maneja Cacao Travel. Las habitaciones son unas churuatas de ensueño, ubicadas en un recodo del río Orinoco, que nos regalaron una vista espectacular sobre el imponente y misterioso río. La travesía continuó con un vuelo en avioneta hasta Tamatama, en el centro del estado Amazonas y al borde del río Orinoco. El viaje fue sensacional porque sobrevolamos el mítico tepuy Autana, origen sagrado de civilizaciones ancestrales, y pudimos observar desde arriba la inmensa selva que recubre todo el sur de nuestro país.

En el caserío embarcamos en un bongo, que me hizo recordar los recorridos de Gabriel García Márquez durante su niñez por el río Magdalena. En ese bongo pasaríamos unos días inolvidables navegando por el Orinoco, comiendo en su improvisada cocina, observando tucanes durante horas enteras, parándonos en cada recodo interesante, y sintiendo cómo la selva nos envolvía a cada paso. Estábamos felices y convencidos de que ésta era la forma más segura de llegar hacia las más intrincadas zonas del país Yanomami. Uno de los mejores conocedores de aves de Venezuela, Alberto Blanco, organizó la expedición como en sus mejores tiempos de vida en el Amazonas. Nos acompañó Henry Jaimes, todo un personaje de Puerto Ayacucho, que nos sirvió de guía, intérprete, contador de cuentos, embajador ante las comunidades, historiador y único vínculo con la civilización occidental, por medio de su radio de onda corta que lo comunicaba con otros aparatos.

Comenzamos a remontar el río al atardecer y pasamos de largo el pueblo de “La Esmeralda”, para acampar en una playa enorme de arena blanquísima a las riberas del río. La atmósfera tan limpia de esas selvas, además de la ausencia total de luz en los contornos, hizo que las estrellas nos abrumaban con su presencia tan cercana. Mientras la noche avanzaba en la soledad única de la selva, sentíamos como se adueñaba de nosotros una carga de emociones especialísimas, que nos hicieron apreciar aun más la verdadera virginidad de la naturaleza.

Al día siguiente continuamos la travesía pasando horas interminables y placenteras a bordo del bongo, sin encontrar en el camino ningún signo de humanidad. Solo tucanes, guacamayas, águilas y loros perturbaron el tímido rugido del agua chocando con la proa de la embarcación. Al final de la tarde llegamos a la comunidad yanomami de Pisha-Ashiteri con el piloto del bongo enfermo de paludismo. Este incidente nos abrió la oportunidad mágica y única de ver a dos chamanes en acción, tratando de sacar el espíritu maligno del pariente enfermo. Todo ocurrió en una vivienda de la comunidad en el filo de la madrugada. Las dosis de yopo fueron impregnando de color, uno a uno, los cánticos de los chamanes. Ellos evocaban con sus movimientos y sonidos, unas aves y animales imaginarios. Nosotros observábamos inmóviles y asombrados la ceremonia, sin atrevernos a hacer notar nuestra presencia. Al final del rito medicinal, gritos aterradores marcaron la salida del espíritu maligno del cuerpo del enfermo. Nosotros nos fuimos aturdidos por tanta impresión. Al amanecer, agotados por la emoción de haber asistido a un acto milenario, llevamos al enfermo hasta la misión de Santa María de los Guaicas, para ser atendido según las reglas de la medicina moderna. Al regreso, los yanomamis nos prepararon una fiesta preciosa en la cual participó toda la comunidad. Las mujeres se vistieron con las mejores galas y se maquillaron esplendorosamente para la ocasión, bailaron y cantaron con vigor y coquetería. Los hombres practicaron tiro al blanco con sus arcos y flechas, con una ingenuidad espontánea que nos ayudaba a quererlos más. Los niños jugaban a la lucha libre de una forma, que provocaba volver a la infancia a esforzarse por las cosas más sencillas de la vida. Esos días que pasamos viviendo con los yanomamis en el alto Orinoco fueron realmente mágicos, nos hicieron sentir que vivíamos a diario en un mundo equivocado, y que la verdadera felicidad es más sencilla de lo que parece. Ellos nos hicieron querer aun más a Venezuela y a Dios que nos envió a esta tierra de gracia.

Las Vegas....La ciudad de la fantasía.....

Si hay una ciudad en el mundo donde la fantasía se confunde con la realidad es Las Vegas, en el estado norteamericano de Nevada. Desde que uno aterriza en el aeropuerto de McCarran, al ver las maquinitas traganíqueles mientras uno espera sus maletas, ya nos asombramos y nos sentimos como abriendo las puertas de un mundo irreal, alegre y fantástico. El trayecto por Las Vegas Boulevard desde el aeropuerto a los hoteles es fascinante. Sobre todo si uno llega de noche con tantas luces, pantallas, avisos, fuentes, volcanes y alardes de tecnología que fascinan hasta el ser más apático.

En este último viaje dejamos las maletas en el hotel, y pese al cansancio salimos caminando hacia el hotel Aria y toda esa zona del City Center. Como era viernes había un gentío en plan de rumba; tragos en las manos y mini faldas cortísimas fueron una constante en la muchedumbre alegre y despreocupada. Las colas para entrar en los mejores lugares nocturnos, estaban pintadas con las sonrisas de todos los que esperaban.

Al día siguiente nos dedicamos a recorrer los diferentes hoteles y casinos; el que más ambiente tenía era el de Caesar’s Palace, las tiendas más impactantes fueron las del Gran Canal, en el Venetian, con góndolas y todo. Los mejores restaurantes normales están en el hotel Paris; el casino más lujoso es el Wynn; el hotel más “trendy” es el Aria. Y una visita al espectáculo nocturno del Freemont Street, en el centro, es obligatoria. Vimos hasta unos novios casándose en el medio de la calle bajo las luces. Las Vegas es la ciudad de la fantasía donde es imposible estar triste. Ven a Las Vegas apenas esta vida te de una oportunidad. Cuando regreses creerás que todo tu viaje fue un sueño bonito.

COMO LLEGAR: No hay vuelos directos de Maiquetía a Las Vegas, pero si hay buenas conexiones vía Atlanta con Delta, www.delta.com, vía Houston por United, www.united.com, o vía Miami por American, www.aa.com. El vuelo de ida se hace largo y pesado, el de regreso es mucho más suave.

DONDE COMER: Los mejores restaurantes de los Estados Unidos tienen una sucursal en alguno de los hoteles de Las Vegas; Joel Robuchon en el MGM, Le Cirque en el Bellagio, Guy Savoie en el Caesar’s Palace, Mix de Alain Ducasse en el Mandalay Bay y para de contar. Yo me deleité en el RAO’S del Caesar’s Palace, con la mejor comida italiana que puedes imaginar. Al restaurante original fundado en 1896 en Harlem, Nueva York, no puedes ir porque las reservaciones son imposibles y sólo tiene 10 mesas. También fuimos a Mon Ami Gaby en el Paris, que resultó fabuloso.

DONDE ALOJARSE: Todos los hoteles de Las Vegas son muy buenos, pero para mí el mejor es el Wynn, creado por el padre de Las Vegas actual, Steve Wynn. Mr. Wynn inventó el Mirage, Tresaure Island y Bellagio, para luego venderlos y construir el Wynn y el Encore al lado. En éste último viaje me topé de frente con Mr. Wynn en su restaurante del Country Club. Por supuesto iba abrazado a una bella chica, con una sonrisa estilo Hollywood.

ESPECTACULOS: Si existe un lugar donde están concentrados todos los mejores espectáculos del mundo, estamos hablando sin duda de Las Vegas. Nosotros fuimos al show de Celine Dion en el Caesar’s Palace, demasiado bueno. Pero también ese fin de semana estaba cantando Miley Cyrus en el MGM, Rod Stweart, Meat Loaf, Dany & Marie Osmond, Shania Twain, Guns N’ Roses, Elton John y muchos cantantes más en los diferentes hoteles. La obra de Broadway Jersey Boys se presenta en el hotel Venetian, Cirque du Soleil tiene ocho presentaciones distintas en Las Vegas. La que más me gusta es “O”, que pasan en el hotel Bellagio. Los mejores magos como David Copperfield y Criss Angel, tiene sus funciones fijas en Las Vegas. Los shows no son nada baratos, pero merecen mil veces la pena.

ALREDEDORES: Hay muy buenos paseos en los alrededores de Las Vegas; comenzando por el asombroso Gran Cañón, a unas 170 millas al este de la ciudad. Vale la pena el viaje. La represa Hoover en la misma vía, es impresionante y queda mucho más cerca. Death Valley o valle de la muerte, hacia el oeste, es también un tremendo paseo a tres horas de Las Vegas. Red Rock Canyon a 45 minutos de la ciudad, es un parque fascinante para escaladas. Mount Charleston es una estación de esquí a una hora de Las Vegas, con 20 pistas muy bien dispuestas para los amantes de las pendientes. The Valley of Fire, a solo una hora al noreste de la ciudad, es un parque lleno de rocas impresionantes en un desierto que parece de película de vaqueros. NO OLVIDES: Lleva protector solar, ropa liviana, lentes de sol, zapatos cómodos y un traje de baño para la piscina del hotel. Los Viajes de Montenegro se transmiten de lunes a viernes a las 8:30am por Pacífica 90.7fm, la emisora de la paz.

El llano con una experta

Sorelia Franco es una mujer extraordinaria, intensa, bella por fuera y por dentro, amable hasta más no poder y con una conversación siempre interesante, infinita, tierna y alegre. Para beneficio de todos los que amamos viajar por Venezuela, Sorelia es una enamorada sincera del llano venezolano, y por muchos años ha llevado cantidades de turistas a que tengan vivencias inolvidables por esas pampas. Hoy te recomiendo que conozcas el llano con una experta.

Como un homenaje a su profundo conocimiento del llano, de su gente y sus costumbres, llama a Sorelia y cuéntale todo lo que quieres hacer en tu viaje. Luego déjate guiar por sus consejos y su mano veterana, para que ésta experiencia se convierta en un recuerdo imborrable de tu vida. Ella te llevará personalmente a Corozopando y a La Negra, que son unos pueblitos en la carretera hacia San Fernando de Apure donde venden quesadillas, casabe, naiboa, arepas, quesos llaneros y paren de contar. Sorelia es la única persona que sabe exactamente cuál es el negocio donde venden los mejores productos. Desde allí y rodeado por los paisajes de los esteros de Camaguán, esta baquiana llanera te llevará a un paseo espectacular por el río Portuguesa en lancha, para que te regocijes con la naturaleza llanera en su mejor dimensión. Llegando al caño Falcón seguramente encontrarán unas toninas, que pese a su timidez no resisten al suave y mágico canto de Sorelia; así que se acercan, dan vueltas, saltan un poco y casi sonríen a los turistas.

Lo mejor de Sorelia es que como conoce tanto la realidad del llanero, te lleva a comunidades para que aprendas sus costumbres en una forma responsable y así quieras aún más a Venezuela; una fábrica artesanal de casabe en Camaguán, la casa de Juana Uviedo donde ella y su familia tejen chinchorros, el fundo Palmero para que tus hijos vean de cerca algunos chigures, patos, venados, tortugas y otros animalitos bellos del llano. Te puede llevar si lo deseas al fundo El Diamante, en la vía al Sombrero, para que disfrutes los certeros pasos de los caballos pura sangre o la agradable piscina.

Además esta guía llanera de corazón y por adopción te paseará por el casco histórico de Calabozo, que es una joya de arquitectura colonial venezolana, que posee una enorme plaza Bolívar y una catedral espectacular. Para terminar, Sorelia te llevará al hato Masaguaral, donde desde hace años trabajan muy duramente por la conservación del caimán del Orinoco. Estos asombrosos animales en riesgo, son criados en el hato en una forma científica, para liberarlos en la naturaleza una vez tienen el tamaño adecuado para sobrevivir. Esta visita es impresionante. Al finalizar la querida guía te lleva a la laguna de los patos, donde observarás centenares de aves que cubrirán el cielo con su vuelo mientras esperan el atardecer. Conocer el llano por su cuenta es una cosa, pero conocerlo con Sorelia Franco es una experiencia totalmente diferente y gratificadora. Hazlo tú también apenas tengas la primera oportunidad.

COMO LLEGAR: A Calabozo, en el estado Guárico, vas por tierra desde la autopista regional del centro saliendo en La Encrucijada de Turmero, pasando por Cagua, Villa de Cura, San Juan de Los Morros, Parapara, Ortiz, Dos Caminos y hacia el sur llegas al embalse del Guárico, que marca la entrada a Calabozo. DONDE RESERVAR: Llama a Sorelia de mi parte al (0414) 468.87.49, para que te atienda como a un viejo amigo. Puedes escribirle a su correo: detravesíaconsoreliafranco@gmail.com, o contactarla en su Facebook - de travesía con sorelia franco. DONDE HOSPEDARSE: Después de una conversación con Sorelia y de acuerdo a la experiencia que desees vivir, ella te recomendará alojarte en el hotel Best Western o el Giardini de Calabozo, en el hato Las Caretas vía Corozopando, en Terecay cerca de San Fernando de Apure, en una parcela del sistema de riego del río Guárico, en una churuata sabrosa del campamento Río Claro cerca del Capanaparo, en la casona de Campo Claro en Guardatinajas, o en un divino ranchón llanero del hato Pele el Ojo. Hay para todos los gustos y todos los presupuestos. NO OLVIDES: Llevar bastante protector solar, ropa liviana pero encubridora mangas largas, sombrero, linterna, lentes de sol, zapatos cómodos y un traje de baño para los ríos. Los Viajes de Montenegro se transmiten de lunes a viernes a las 8:30am por Pacífica 90.7fm, la emisora de la paz.