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miércoles, 7 de septiembre de 2016
Ciudad Bolívar: Magia en el Orinoco
Ciudad Bolívar es una ciudad misteriosa y fascinante, porque vigila de una manera imperturbable al soberbio Orinoco en una de sus partes más angostas, y porque además recoge los sueños perdidos y lejanos de muchas generaciones de guerreros y aventureros, que poblaron en tiempos remotos estas insólitas riberas.
Usted debe ir a Ciudad Bolívar porque seguramente quedará fascinado con el casco histórico, y con la arquitectura colonial de sus viejas construcciones. La Casa del Congreso de Angostura le hará imaginarse los tiempos de la independencia, la hermosa Catedral está ubicada en un sitio imponente, el muro donde fusilaron a Piar le conmoverá, el puente de la calle Igualdad le trasladará a mundos nostálgicos, los atardeceres con el río Orinoco al fondo son espectaculares, el Paseo del Orinoco con sus casonas balconadas y celosías de madera, le recordarán a las películas con esos fantasmas amables de la niñez, que esperan las tinieblas de la noche para contar sus interesantes historias al borde del río.
El casco histórico.
Además de histórica y sublime, Ciudad Bolívar le parecerá deliciosamente romántica. Alójese en la posada Casa Grande, realmente impresionante y muy bien ubicada en pleno casco histórico. Al llegar le arropará el invencible deseo de caminar por los alrededores, y escuchar las historias que cuentan las viejas paredes de las casonas coloniales. Aún antes de desempacar, seguramente querrá entrar en la Casa del Congreso de Angostura. Allí el 15 de Febrero de 1819 se reunió el primer congreso de Colombia, y Bolívar decretó en su famoso discurso la creación de la Gran Colombia. La vieja casona está muy bien mantenida, y merece dedicarle un buen tiempo para recorrer sus hermosos pero ignorados salones.
Después de la visita obligada a la Catedral, para agradecer a Dios por tanta dicha, recorra la bella Casa Prisión de Piar a un costado de la plaza, la Casa de Antonio Lauro, no muy lejos, y el Centro de las Artes, que originalmente fue concebido como un cuartel y luego fue una prefectura, para llegar a un mucho mejor destino en la actualidad.
Le sorprenderá observar a una cantidad de jóvenes llevando instrumentos musicales en sus hombros, mientras caminan despreocupados por el casco histórico. Van o vienen de recibir clases de música en alguna de las aulas cercanas. Al verlos circular usted se convencerá de que sin hacer el menor alarde, Ciudad Bolívar se ha convertido en una gran ciudad musical.
Paseando al borde del río Orinoco.
Luego de un inevitable descanso en su posada y de hojear unas páginas de un buen libro de aventuras como Los Tres Mosqueteros, de Alejandro Dumas, baje caminando un par de cuadras hacia el río Orinoco. El Paseo Orinoco tiene un carácter único en Venezuela, firme y delicioso a la vez. Parece el altar de un culto misterioso al soberbio río, que lo ha mojado con sus leyendas a través de los siglos. Aquí ya no se ve la arquitectura colonial española del casco histórico, más bien una mezcla divina de construcciones franco-caribeñas con edificios de dos pisos cuyo balcón superior, aparece como escondido tras celosías de madera. Así se convierte la avenida en un corredor sombreado, ideal para caminar por las aceras con una vista preciosa hacia extraordinario río. Acercarse al borde y observar con detenimiento la arena del río y las escalinatas de Puerto Blohm, donde se toman los bongos para cruzar a la población de Soledad, le alejarán de la vida real para empujarle a un torbellino de sensaciones y pensamientos desconocidos.
En Semana Santa hacen allí una representación de la pasión de Cristo con tres grandes cruces encajadas en la arena. Pero un día cualquiera usted podrá ver a un hombre bajando apurado por las escalinatas hacia el río, para tomar un bongo con su herramienta de arreglar zapatos y una serpiente enrollada en su brazo. También observará niños vestidos de domingo, listos para visitar a quien sabe cual pariente, y además una algarabía de gente comprando pescado y tomando bongos para cruzar el río, con ese invencible fastidio con el cual la cotidianidad recubre a las cosas más interesantes, después de que se tornan en rutinas.
Noches tranquilas y románticas.
Agotado por la dicha y los descubrimientos del día, regrese a su posada caminando para tomar una ducha reparadora. Descanse un poco y cuando el ánimo le permita, vaya a cenar a un buen restaurante. Pida un churrasco de Lau-Lau que seguramente será sensacional.
Venga a Ciudad Bolívar con su pareja apenas pueda, y disfrute usted también de los misterios del río Orinoco, como si estuviera retrocediendo en el tiempo a lugares desconocidos. Estoy seguro que le encantará este viaje y lo recordará siempre.
Ciudad Bolívar queda a 600 kilómetros de Caracas, 296 kilómetros de Barcelona y 130 kilómetros de El Tigre, así que le recomiendo salir bien temprano de casa y disfrutar de la carretera. El cruce por el puente sobre el Orinoco es espectacular, no se lo pierda por nada.
Para alojarse la posada Casa Grande es súper-romántica y está muy bien ubicada en el casco histórico de la ciudad, por lo que podrá recorrer todo caminando. Se la recomiendo ampliamente.
Posada Casa grande
Calle Boyacá #08, Casco Histórico, Ciudad Bolívar, estado Bolívar.
Teléfono: (0285) 632.46.39/ (0212) 977.01.10
www.cacaotravel-venezuela.com
Otra buena opción es el hotel La Cumbre, que posee el bar con los mejores atardeceres de la ciudad. Piscina, restaurantes y cómodas habitaciones harán de tu estadía una delicia.
Hotel La Cumbre
Av. 5 de Julio, Ciudad Bolívar, estado Bolívar
Teléfono: (0285) 632.77.09/(0414) 385.13.30
Para comer el café-restaurante Tony es encantador, por el ambiente alegre, el servicio rápido y la calidad de la comida. Las mejores pizzas al horno de leña de la ciudad y el Lau-Lau, que es el pescado típico de la zona, mejor preparado que me he comido, lo conseguí aquí.
Restaurante Tony
Avenida Táchira, edificio Emilio, Ciudad Bolívar, estado Bolívar
Teléfono: (0285) 632.26.76
En el Paseo Orinoco se encuentran cantidad de tiendas y cuchitriles. Al final hay un mercado de buhoneros “La Carioca” que no es impresionante, pero si es limpio y ordenado. Enfrente se encuentra el interesante y bien logrado mercado “La Sapoara”, bañado por el Orinoco y en donde encontrará comida típica, pescado de río artesanía y otros enseres que los lugareños compran con ahínco.
No olvide visitar el Museo de Arte Moderno Jesús Soto que es realmente extraordinario. Esta obra cuyo proyecto fue donado por Carlos Raúl Villanueva, recoge en siete espectaculares salas obras del maestro Soto, en una perfecta comunión con piezas de Fernand Léger, Sonia Delanuay, Cruz Diez, Man Ray, Vasarely y otros genios de las artes contemporáneas. Vale la pena mil veces venir a este museo.
Museo de Arte Moderno Jesús Soto
Avenida Germania, Ciudad Bolívar, estado Bolívar
Teléfono: (0285)632.05.18,
No olvide tampoco caminar por los jardines de la Casa San Isidro, hacienda donde el Libertador redactó su discurso ante el Congreso de Angostura. Recorrer el Fortín del Zamuro, con historias increíbles y vista privilegiada sobre el casco histórico.
Llevarse el delicioso libro de Alejandro Dumas, Los Tres Mosqueteros, para despertar todo los sentimientos de aventuras caballerescas que guarda su alma.
alvaromont@gmail.com.
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