Cuando uno piensa en Ciudad Guayana, enseguida vienen a nuestra mente imágenes de las industrias básicas; de la ciudad industrial, de los grandes trabajos públicos y las enormes compañías que los ejecutan, la represa del Guri y la generación de electricidad para toda Venezuela.
Pero resulta que Ciudad Guayana posee paisajes maravillosos, lugares insospechados, paseos conmovedores que la mayoría de los ejecutivos que viajan a esa pujante ciudad, ni siquiera los notan.
Nuestro último viaje comenzó muy temprano en la mañana, cuando salimos en carro desde Caracas tomando la vía a oriente. Esta carretera es bien agradable, porque ofrece paisajes muy diferentes en su trayecto y nos permite conocer la Venezuela profunda. A lo largo de los estados Miranda, Anzoátegui y Bolívar, podemos disfrutar de toda una muestra de paisajes, costumbres, comidas, climas, música y personas tan variados que te hacen apreciar aún más a nuestro bello país.
Hacia las seis de la tarde ya habíamos recorrido los 720 kilómetros de la travesía y entrábamos en Ciudad Guayana, asombrados por el empuje y la vida que irradian sus avenidas, perfectamente alineadas y bien rodeadas de parques y ríos. Nos alojamos en la posada Tore, de Miriam y Salvatore Gravante, y luego de un baño revitalizador para mitigar el cansancio del viaje, nos dispusimos a cenar en el restaurante de la posada, y así degustar una deliciosa pasta con tomates secos hechos en casa.
Al día siguiente nos fuimos al lobby del hotel Intercontinental Guayana, donde nos anotamos en un paseo por el majestuoso río Caroní hasta llegar al soberbio Orinoco, muy bien organizado por la gente de Piraña Tours. La confluencia de los dos ríos es interesantísima, porque se nota de una manera clara la diferencia de colores y temperaturas que traen los dos ríos, en esa fina línea de agua que separa las corrientes. Al regreso la lancha se acercó al salto La Llovizna, y observamos el Parque Cachamay desde el río.
Después de esta emocionante experiencia, nos propusimos visitar el Eco-Museo del Caroní. Este es un fabuloso museo de Edelca, que está situado al lado de la represa de Macagua, en plena ciudad. Vale la pena mil veces una visita a este museo, para que sorprenderse con la arquitectura y la grandeza de nuestras empresas básicas.
Luego de un frugal almuerzo y de la inevitable siesta, que acompañamos con una breve lectura de la biografía de “Lorenzo, El Magnífico”, escrita por el francés Marcel Brión, visitamos el Parque Cachamay y admiramos por horas las cataratas del otro lado del río que son impresionantes. El parque está muy bien mantenido y sólo las tenazas del tiempo lograron sacarnos de este paraíso, para poder seguir visitando la ciudad antes de que anocheciera. Acto seguido nos dirigimos al Parque La Llovizna, que también nos sorprendió por el esmero con el cual mantienen sus instalaciones. Este parque es uno de los mejores que he visitado últimamente.
El día siguiente lo dedicamos a conocer la represa del Guri, en una visita guiada gratuita muy buena que organiza la gente de Edelca. Salimos fascinados por la majestuosidad de la represa y por las dimensiones de la enorme construcción, que venezolanos talentosos legaron para el bienestar y orgullo de todos. En la tarde vistamos los castillos de Guayana, comenzando por el Castillo de San Francisco de Asís, construido en el siglo XVI. Seguimos a la Misión de la Purísima Concepción del Caroní, fundada por los monjes capuchinos catalanes en 1686 y abandonada en 1817. Ésta posee una arquitectura rectangular y una torre de campanario fuera de la fachada. Finalizamos nuestro periplo en el Castillo de San Diego, que fue edificado en 1747 para vigilar también el paso de los piratas y filibusteros de esa época.
Realmente la experiencia de visitar Ciudad Guayana es fascinante, así que prepara tus maletas y acércate a este bello rincón de Venezuela apenas puedas.
COMO LLEGAR:
Por vía terrestre son 720 kilómetros y aproximadamente nueve horas de viaje por unas carreteras que en su mayoría están muy mal mantenidas, pero que ofrecen paisajes bien interesantes. También puede viajar en avión, ya que la mayoría de líneas nacionales sirven la ruta a Ciudad Guayana.
Aeropostal, teléfono: 0-800-284.66.37, www.aeropostal.com
Aserca Airlines, teléfono: 0-800-648.83.56, www.asercaairlines.com
Rutaca, teléfono: 0-800-788.22.21, www.rutaca.com.ve.
DONDE ALOJARSE:
El hotel de gran confort es el Best Western Mara Inn, que con sus 80 habitaciones sorprende a todos los viajeros por su servicio y por lo bien concebido que está. Situado frente al aeropuerto, en un centro comercial pequeño pero con personalidad, este hotel representa la mejor sorpresa de Ciudad Guayana.
Hotel Best Western Mara Inn
Calle Neverí, Zona Industrial Unare, Ciudad Guayana, estado Bolívar.
Teléfono: (0286)953.01.11
El alojamiento agradable de Ciudad Guayana es la Posada Tore , porque se sentirá en casa y porque el servicio es honesto a precios honestos. Miriam y Salvatore Gravante estarán encantados de recibirle con su familia.
Residencias Tore
Calle San Cristóbal, campo de Ferrominera, Ciudad Guayana, estado Bolívar
Teléfono: (0286)923.06.79
E-mail: tore@cantv.net
DONDE RESERVAR:
En su agencia de viajes de confianza, o directamente en la línea aérea y los hoteles de tu preferencia.
DONDE COMER:
El Zoo Café es delicioso, muy buen ambiente joven y suave.
Torre Loreto II, local N2-12, avenida Las Américas.
Miércoles a sábados a partir de las 7:00pm. Teléfono: (0414)819.55.55
Comida tex-mex en la agradable terraza de Crash Bar & Grill.
Avenida Paseo Caroní, centro comercial Caroní Plaza, PB local 18.
Teléfono: (0286)961.99.52
NO OLVIDES:
Llevar ropa fresca, protector solar y beber mucha agua. Tomar el paseo por el Caroní que organiza Piraña Tours, teléfono: (0286) 923.39.50, www.piranatours.com, para que sientas de cerca la potencia de nuestros ríos. Visitar la represa del Guri.
VALIJA VIAJERA:
La última vez que estuve en París fui a cenar a La Petite Court , cambiaron de gestión y he comido deliciosamente, como pocas veces. El nuevo dueño es Emmanuel Gomez, discípulo de Gilles Epié, y el folletito dice que impuso su estilo conservando las mejores creaciones de su predecesor. Construyó un "jardin d'hiver" con terraza todo el año. Menús a 24 € al mediodía y a 36 € la noche. Almuerzo de domingo a viernes y cena todas las noches. Comimos un Cuissot de lapin en croûte de noix que se mueren, le filet de dorade exquisito. Como postre pedimos Baba au rhum que estaba especial, una Collection de sorbets cubiertos con una especie de galleta finísima con granitos de crocantes buenísimos, pero nada como el Croquignole de fraises Gariguette, eso si que fue espectacular! En mi vida me he comido un postre de fresas tan divino. Es caro, entradas entre 9 y 10 €, platos entre 19 y 30 € y postres entre 9 y 10 euros también. Se los recomiendo porque el sitio es lindo, sobre todo la terraza, y la comida viene con una presentación tan espectacular como el nivel de la cocina.
8 rue Mabillon, Paris 75008, Francia
Teléfono: 33.1.41
SAVOIR:
¿Sabía usted que existe una placa en el sitio exacto donde mataron al rey Enrique IV? Si, en el número 8 de la rue de La Ferronerie de París, muy cerca de Les Halles y debajo de las arcadas que conducen a la fuente de los inocentes, se encuentra la placa que recuerda el asesinato ocurrido el 14 de Mayo de 1610. Aquí Ravaillac apuñaló sorpresivamente al primer esposo de la reina Margot ; Enrique de Navarra, uno de los más notorios y polémicos reyes de Francia.
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